A los 92 años de edad, nos ha dejado uno de los grandes técnicos que ha tenido la historia del cine, Ray Harryhausen. Este hombre era un reputado diseñador de efectos especiales, de los de la antigua escuela, es decir, de los de la era previa a los efectos generados por ordenador. Junto con Stan Winston (este ya de la era digital), el diseñador de efectos más conocido, que ha tenido el cine.
Y como no podía ser de otra manera, Harryhausen destacaba por su hábil uso de los trucos de la época, que se basaban casi todos en la técnica de la animación por stop-motion, y en los trucos mediante espejos y de montaje. Su trabajo más emblemático, fue el que realizó en "Jasón y los argonautas" (1963), cinta plagada de efectos artesanales, en la que destacan varias escenas, gracias a los efectos, sobre todo la ya clásica batalla contra los esqueletos, escena que por lo visto, le supuso cuatro meses de trabajo. También trabajó en "Simbad y la princesa", "Los viajes de Gulliver", "Hace un millón de años", "El viaje fantástico de Simbad" y su último trabajo fue "Furia de Titanes" (1981).
Este hombre aseguraba que desde que vio a los 13 años de edad "King Kong", ya decidió a que quería dedicarse, suponiendo la obra de Willis O´Brien una inspiración para él, con el que llegaría a trabajar en "El gran gorila".
Pero no hay que obviar la gran influencia que ha supuesto este hombre, llegando a ser toda una fuente de inspiración para directores de cine que se acercan al cine de serie b, como Tim Burton, que le homenajeo en el videoclip Bones del grupo The killers, o en la película "La novia cadáver", donde un piano tenía su apellido escrito.
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